Guido Ramón Enrique Gaviola nació en Rivadavia, Mendoza, el 31 de agosto de 1900 y murió, en la ciudad de Mendoza, el 7 de agosto de 1989, más conocido como Enrique Gaviola, fue un destacado científico argentino que contribuyó con importantes descubrimientos en la Física y la Astronomía Mundial.
Estudió su secundario en el Colegio Nacional y se recibió en la Universidad de La Plata de agrimensor, donde decidió por recomendación de Richard Gans, continuar su formación como físico en Alemania, adonde llegó en 1922 y estudió junto a los científicos más encumbrados de la época, entre ellos Max Planck, Max Born y Albert Einstein. Este último lo consideró como un colega y amigo al cual solía consultar (como en 1948 en que le pidió su adhesión al Manifiesto de Chicago que alertaba sobre los peligros del uso de la energía nuclear).
Cuando se recibió en 1926 en Berlín, le pidió a Einstein que apoyase su pedido de una beca Rockefeller para ir a trabajar a Baltimore donde dicha beca le acababa de ser negada con el argumento de que no se le concedía a sudamericanos, a pesar de haber obtenido la calificación más alta entre los solicitantes. Indignado, Einstein envió una carta con la que lograría que el International Education Board concediese por primera vez un fellowship a alguien del hemisferio sur. Gaviola se trasladó entonces a Estados Unidos donde trabajó con Robert Wood, el más grande físico experimental en aquel momento.
Entre 1928 y 1929 fue físico asistente del Departamento de Magnetismo Terrestre en el Carnegie Intitute of Washington, donde trabajó en el proyecto de un acelerador de partículas con el que se obtuvo un potencial de cinco millones de voltios. Entre sus numerosas publicaciones se destaca su trabajo experimental sobre emisión atómica estimulada, antecedente de lo que hoy conocemos como láser.
Sus trabajos sobre espectrometría y fluorescencia permitieron analizar en forma crítica teoría de Shroedinger, y construyó un fluorómetro que dio origen a los estudios sobre el comportamiento hidrodinámico de las proteínas que hoy día es conocido bajo su nombre.
En uno de sus retornos a la Argentina, en 1929, inició una prédica por el desarrollo científico del país y ocupó importantes cargos, como el de Director del Observatorio Astronómico de Córdoba y fue profesor en la Universidad de Buenos Aires y en la de La Plata.
A partir de 1931 decidió instalarse en forma definitiva en su país y participó del origen del Instituto de Física de Bariloche, hoy Instituto Balseiro. También participó en el origen del actual Conicet, en la creación de IMAF (actual Famaf de la ciudad de Córdoba), en la instalación del Radiotelescopio de Pereyra Iraola, en la puesta en marcha del Observatorio Astronómico de Bosque Alegre y en muchas otras iniciativas que beneficiaron a la ciencia argentina.
Gracias a Gaviola muchos científicos europeos fueron rescatados de la amenaza del nazismo, entre ellos el físico teórico austríaco Guido Beck en 1943, quien sería una de las figuras fundamentales de la física teórica tanto en Argentina como luego en Brasil. Además impulsó la creación de la Asociación Física Argentina (primera sociedad científica latinoamericana en el área de esta disciplina) que presidiría, y del Instituto de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba, creado en 1956 para apoyar las actividades de observación.
Por otra parte, bajo la dirección de Gaviola (entre 1940 y 1947 y de 1956 a 1957) el Observatorio de Córdoba se transformó en un centro científico de primer orden, con el diseño y construcción de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, inaugurado en 1942. Logró que el observatorio se vinculara con la Asociación Física Argentina y consiguió personal y científicos de dedicación exclusiva además de un excelente taller de óptica. Allí se formaron entre otros: Mario Bunge, Ernesto Sabato y José Antonio Balseiro.
Fue uno de los astrónomos que más contribuyó a ampliar el conocimiento del espacio exterior. En 1935 viajó, gracias a una beca, a Estados Unidos, para colaborar con el grupo más destacado en la construcción de espejos de telescopios de la época: el del Observatorio de Monte Wilson, en California. Entre otras cosas creó un método novedoso para el recubrimiento de la superficie de los espejos de grandes telescopios que permitió disminuir tiempo, trabajo y dinero a un tercio de los valores de aquel momento. Este método fue empleado inmediatamente en la preparación del espejo de 5 m. de diámetro de Monte Palomar.
En 1942, con su colega Ricardo Platzcek, diseñaron el primer espectrógrafo estelar del mundo construido totalmente con espejos. Birkhoff, Decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Harvard, lo llamó “la verdadera declaración de independencia argentina“. También aportó a la investigación de rayos cósmicos.
Fue también gracias a él que se instaló en la Argentina la primera estación del hemisferio sur para el seguimiento de satélites artificiales.
A mediados de la década de 1960 Gaviola se une al entonces denominado Instituto de Física de Bariloche, (que luego pasara a llamarse Instituto Balseiro). Allí Gaviola es profesor del laboratorio de física experimental hasta que se jubila. En sus últimos años su preocupación se volcó hacia la política científica, con especial énfasis en la astronomía y en la energía nuclear.
Algunas distinciones y premios
- 1965 Premio Abraham Mibashan otorgado por la AMIA y la DAIA.
- 1983 Premio Konex de Platino – Ciencia y Tecnología – Física y Astronomía.
- 1998 Denominado en EUA como uno de los científicos más notables del siglo XX. Emily Mc Murray (1998), Notable Twentieth Century Scientists, Vol. 2, F-K. Gale Research Inc., an International Thomson Publishing Company.
- En 1981 la Unión Astronómica Internacional le dio su nombre al asteroide 2504, descubierto en el Observatorio Astronómico de Córdoba en 1967.