La semana pasada se ensamblo en Malargüe el último SSD (Scintillator Surface Detector). Nos estamos acercando a la meta de instalar todos los módulos sobre los detectores de superficie antes de fin de año.
Estos detectores están basados en centelladores plásticos, cuando son atravesados por la lluvia cósmica emiten una tenue luz. Esta “luz de centelleo” es luego recolectada en el interior del detector por fibras ópticas, que la dirigen hacia muy sensibles fotodetectores, con los que se registran estos eventos.
El objetivo es extender la medición de las lluvias cósmicas empleando un sistema de detección alternativo. Esto permitirá determinar la cantidad relativa de las distintas partículas en cada lluvia cósmica. Con estos datos se podrá establecer la naturaleza del rayo cósmico primario que dio origen a la lluvia.
De esta manera, el Observatorio Pierre Auger espera mejorar la calidad y precisión de sus datos, para continuar recopilando y procesando información sobre el cosmos.
Luego de esta etapa tenemos el desafío de instalar los elementos restantes del Auger PRIME.