Observatorio Pierre Auger

Minimización del impacto ambiental.

Desde sus comienzos y con el aviso de proyecto presentado al iniciar sus actividades, el Observatorio Pierre Auger ha sostenido la necesidad y el compromiso de llevar adelante una correcta gestión ambiental. Para ello, desde la fase de diseño del experimento, se buscó minimizar el impacto ambiental de las tareas desarrolladas y también, optar por la utilización de energía generada desde fuentes renovables. Es por eso que todos los detectores de superficies del experimento, así como también algunas estaciones de monitoreo y comunicaciones son alimentadas a través de paneles solares que almacenan la energía en baterías.

En busca de atenuar el impacto visual que generaba el hecho de poner más de 1600 detectores en terreno llano, se arribó a la idea de hacerlos con un color que se confundiera con el paisaje, para mimetizarlos (ver fotografías).

Nuestro personal realiza trabajos de mantenimiento de los detectores diariamente, en vehículos diseñados para todo tipo de terrenos, pero es prioridad de cada móvil, circular por caminos preestablecidos, como rutas o picadas y nunca hacerlo por terreno virgen, salvo contadas excepciones en las cuales se conduce a campo traviesa tratando de encontrar los caminos que han sido desdibujados por la vegetación.

La relación de nuestros detectores y la fauna de los lugares en donde están emplazados ha sido, a lo largo de estos diez años, dinámica. El ganado se ha visto beneficiado al tener sombra en lugares donde no existen reparos en kilómetros a la redonda y las aves usan las antenas como “mangrullos” en donde se posan para divisar sus presas. Esto último trajo problemas en determinadas zonas, ya que las aves ensuciaban los paneles solares, interrumpiendo la carga de las baterías y dejando sin funcionar el detector. Para solucionar esto y tratando de no molestar a las aves, se diseñaron brazos adaptadores para desplazar la antena y evitar que los excrementos de las aves cayeran sobre el panel (ver fotografía).

A pesar de no ser un Observatorio astronómico, el cielo es nuestra principal fuente de datos por lo cual existe la premisa de cuidarlo. Para evitar la contaminación lumínica, se instalaron en el parque de nuestra estación central farolas pintadas en su parte superior para que la iluminación sea proyectada hacia abajo, aumentando el rendimiento y disminuyendo la luz dispersada hacia el cielo.

Reutilización y recuperación de materiales.

Como en cualquier proceso, las actividades del Observatorio generan residuos. De hecho, uno de los que se acopiaba en mayor cantidad, eran los residuos de embalaje de productos que venían del exterior. Estos eran, por ejemplo, esponjas de alta densidad que se empezaron a donar a distintos lugares como escuelas, o albergues para hacer manualidades, colchonetas y hasta incluso esculturas. También frascos de vidrio y bidones plásticos que contenían materiales necesarios para nuestras tareas, fueron lavados bajo un detallado procedimiento de trabajo y destinados al Hospital Regional para preparación de desinfectantes iodados en el caso de los frascos y a la Municipalidad de Malargüe para contener pilas en el caso de los bidones.

Las baterías que usan los detectores para funcionar, propuso el mayor desafío en cuanto a gestión de residuos ya que son más de 3000 (se utilizan dos por detector) que se renuevan, cada 3 años de utiliad, aproximadamente. Para lograr que casi 80 tn de baterías residuales fueran manejadas durante todo ese tiempo y gestionadas adecuadamente, se llegó a un acuerdo con el fabricante quien las recepciona, las desarma y recicla casi en su totalidad para incorporar esos materiales de nuevo en su línea de producción, dejando un certificado emitido por organismos nacionales como prueba de la gestión.

En lo que a residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) respecta, la gestión que se está llevando a cabo consiste en clasificar y almacenar CPUs, monitores, mouses, teclados, celulares y componentes electrónicos en general, con el fin de enviarlos a Buenos Aires a una planta especializada en el tema, que recupera y/ó recicla la mayoría de los componetes.

En este mismo sentido, se está avanzando en conjunto con el gobierno departamental en proponer la creación de “puntos limpios de RAEE” en escuelas y otras instituciones con el aporte de capacitación a docentes y alumnos de los procesos básicos a llevarse a cabo para luego centralizar los elementos en el Observatorio para su envío y posterior reciclado.

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